25 NOVIEMBRE 2017
Aunque el progreso de la humanidad continúa imparable, incomprensiblemente hay todavía demasiadas personas que ante mujeres y niñas se creen con derecho a:
¡AGREDIR!
¡INSULTAR!
¡DESCALIFICAR!
¡MENOSPRECIAR!
¡ANULAR!
¡SOMETER!
¡QUEMAR!
¡MUTILAR!
¡PROSTITUIR!
¡COMPRAR!
¡VENDER!
¡CONTROLAR!
Y lamentablemente hay todavía un mayor número de personas que ante todo esto permanecen impasibles y adoptan el vergonzoso papel de connivencia más absoluta, lo que es sin duda, una forma sibilina, ruin y cobarde de contribuir a agresiones intolerables e igualmente cobardes.
Por eso os invitamos a:
> Reaccionar y a mostrar nuestro desacuerdo y oposición más rotunda y activa ante cualquier tipo de agresión.
> En ocasiones basta con no reír, no reenviar los chistes y comentarios degradantes o infamantes, empezando por las agresiones que ocurren ante nuestros ojos en nuestro entorno más cercano con comentarios hostiles, degradantes, con descalificaciones, etc. en:
> Y en situaciones que vayan más lejos, a alertar, dar la voz de alarma y denunciar con rapidez,
sin ponernos en riesgo.
Para que la cobardía y la pasividad cómplice de una minoría que nos avergüenza encuentre siempre enfrente una reacción valiente y decente.
Aunque el progreso de la humanidad continúa imparable, incomprensiblemente hay todavía demasiadas personas que ante mujeres y niñas se creen con derecho a:
¡AGREDIR!
¡INSULTAR!
¡DESCALIFICAR!
¡MENOSPRECIAR!
¡ANULAR!
¡SOMETER!
¡QUEMAR!
¡MUTILAR!
¡PROSTITUIR!
¡COMPRAR!
¡VENDER!
¡CONTROLAR!
Y lamentablemente hay todavía un mayor número de personas que ante todo esto permanecen impasibles y adoptan el vergonzoso papel de connivencia más absoluta, lo que es sin duda, una forma sibilina, ruin y cobarde de contribuir a agresiones intolerables e igualmente cobardes.
Por eso os invitamos a:
> Reaccionar y a mostrar nuestro desacuerdo y oposición más rotunda y activa ante cualquier tipo de agresión.
> En ocasiones basta con no reír, no reenviar los chistes y comentarios degradantes o infamantes, empezando por las agresiones que ocurren ante nuestros ojos en nuestro entorno más cercano con comentarios hostiles, degradantes, con descalificaciones, etc. en:
- la casa
- la calle
- la escuela
- el trabajo
- el ocio
> Y en situaciones que vayan más lejos, a alertar, dar la voz de alarma y denunciar con rapidez,
sin ponernos en riesgo.
Para que la cobardía y la pasividad cómplice de una minoría que nos avergüenza encuentre siempre enfrente una reacción valiente y decente.
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